Así como era en la cancha cuando era futbolista, así es Juan Reynoso en el campo de juego. Frío y calculador. Por que ni siquiera la motivación de haber asegurado el primer lugar del Clausura hizo que el rendimiento de su equipo se vea mejorado sobre el verde del “Jorge Basadre”. Pero así frío como se muestra el equipo y su entrenador le alcanza en este momento para ser único puntero con 18 unidades. Porque si no hubiera sido por el frentazo de Ostersen a los 40’ del primer tiempo y la jugada individual de Johan Vásquez que puso el 2-0 sobre los 11’ del final que sellaba el 2-0 para los locales, el empate hubiera sido un merecido premio para los visitantes que por momentos se mostraron superiores al local. Es allí donde la experiencia de Paul Cominges en el ataque y la seguridad de Diego Penny en el arco fueron claves para que la historia no se pinte negativa en Tacna, sino había que contar las veces que el golero sureño sacó los remates a gol de Carrillo, Estigarribia y Viáfara. El partido fue de tan pobre nivel técnico que los más importante que se vivió durante su desarrollo fue la protesta y queja de los aficionados que desde la tribuna abucheaban el desempeño de los tacneños que con sangre fría sólo aguantaron con el marcador a su favor y evitarse problemas. Es que el equipo es fiel reflejo de la personalidad de su entrenador. Frío y calculador, como en su época de jugador, le importaba jugar la pelota al pie para asegurar el resultado, aunque de la tribuna bajen silbidos. Pero eso no le importa si por el momento está primero en el campeonato.
